Esta noticias tiene sus raíces desde el 2016, año en que ZeroFOX, una empresa de seguridad, quiso realizar una competencia interna para saber quién era capaz de atraer a más usuarios de Twitter a enlaces maliciosos. Para esta tarea se diseñó una inteligencia artificial que fue bautizada como SNAP_R. Su objetivo era estudiar el comportamiento de los usuarios para diseñar un cebo de phishing.
La IA compitió con un equipo humano para ver quién era más efectivo, y como ya es costumbre en este campo, el bot inteligente superó los resultados obtenidos por los humanos. Mientras que el cebo diseñado por la inteligencia artificial obtuvo 275 víctimas de entre 800 usuarios, el equipo humano formado por Thomax Fox-Brewster obtuvo solo 49 víctimas. Merece mención además que la IA se desenvolvió a razón de 6 tuits por minuto y Thomas a 75. Gran diferencia.
Los resultados confirman que los hackers pueden usar la inteligencia artificial para sus propósitos. Y si pueden hacerlo, lo más probable es que ya lo estén haciendo desde hace tiempo aunque sea difícil probarlo. Lo único que nos queda es aceptarlo como algo obvio.
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