Al momento de buscar noticias tecnológicas, es imposible no toparse con al menos dos titulares recientes sobre inteligencia artificial. La IA es un concepto viejo, pero se ha vuelto un trending topic por los acelerados logros en el campo. Ni qué decir en el mundo de las más prestigiosas universidades y compañías del sector tecnológico, es ahí donde el tema es una completa locura.
Sucede que la demanda por expertos en IA supera por muchísimo a la oferta. Se estima que alrededor del mundo solo diez mil personas reúnen las capacidades y conocimientos necesarios para dedicarse a ella, lo cual es desesperante para las principales compañías, que no solo están exhortando a los jóvenes a que estudien algo relacionado con dicho sector, sino que les prometen pagas exorbitantes.
Sueldos estratosféricos
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"Si todavía no tienes idea de qué estudiar, no la pienses tanto y enfócate en algo relacionado con la IA", recomienda (o exige) Luke Zettlemoyer, profesor de la Universidad de Washington, quien reconoce que la demanda por expertos en la materia y los salarios ofrecidos se están convirtiendo en algo demencial, similar a las ligas deportivas más grandes del planeta.
Un recién egresado estaría percibiendo entre 300.000 a 500.000 dólares anuales; eso sin contar los bonos, compensaciones y otros beneficios posibles que elevarían dichas cifras a dos millones al año. Aunque esto parezca un sueño perfecto, la realidad no es del todo positiva, ya que está trayendo una serie de dificultades:
Poco compromiso a largo plazo
El mercado de la inteligencia artificial es muy lucrativo a corto plazo para un trabajador, por lo que no pasa mucho tiempo para que este decida irse e independizarse. Como ejemplo tenemos a Google y sus coches autónomos, en donde varios de sus ingenieros renunciaron y fundaron sus propias compañías porque se hicieron ricos solo en dos años.
No faltará el espíritu emprendedor que dirá que esto es bueno porque fomenta la competencia, pero el gran problema es que si todos se independizan, el mercado crece solo hacia los lados, no hacia arriba.
Personal difícil de retener
Esta necesidad traspasa las fronteras de Silicon Valley, de ahí que la demanda sea desesperante y los salarios escandalosos. Otro problema con ofertas tan bajas y cifras tan altas, es que la competencia por retener el talento es y será sangrienta. Solo basta que A le ponga un cero más al cheque para que B pierda empleados al poco tiempo, y viceversa.
Las mayores perjudicadas son las compañías tecnológicas más pequeñas que no pueden ofrecer lo mismo, ya que a la menor señal de mostrar talento entre su personal, lo pueden perder sin remedio.
Debilitamiento en la docencia
Al tener una demanda que supera por extrema diferencia a la oferta, las compañías están reclutando profesionales que aunque no son especialistas en la IA, reúnen conocimientos cercanos a ella (como físicos, ingenieros y astrónomos) y que pueden ser potenciados por docentes y demás académicos de prestigio en la materia.
El problema con tomar gente que trabaja en el mundo de la enseñanza e investigación, es que se está perjudicando a los futuros estudiantes, puesto que tendrán acceso a menos docentes. La universidad de Standford ya ha perdido a cuatro de sus mejores profesores por esta razón; la Universidad de Washington a seis; y solo por mencionar a las grandes universidades y a Silicon Valley, porque en otras regiones y casas de estudio está ocurriendo la misma dinámica.
Como ven, este es un mercado problemático y con un aparente círculo vicioso, pero que sigue creciendo y es muy lucrativo.
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