El deseo sexual es la mayor fuerza de la raza humana. Muchos intelectuales e individuos comunes y corrientes afirman que las proezas de los hombres son dirigidas por este mero impulso primario. Y razón no les falta, de hecho, de no ser por el sexo, simplemente nos extinguiríamos. Por eso no sorprende que el desarrollo de la inteligencia artificial, aun estando en pañales, no se muestre indiferente con la sexualidad.
El deseo sexual no depende de la presencia del sexo opuesto, sino que a menudo se hace presente como una urgencia cuando se está solo; es por ello que existe la masturbación, los consoladores, las graciosamente célebres muñecas inflables, etc. El ser humano busca satisfacerse y con frecuencia solo necesita de la imaginación para ello.
Sin embargo, en lo que se refiere a las muñecas sexuales, la imaginación masculina está cada vez más harta de añadirle vida y encanto imaginarios a una muñeca de aspecto simple y patético. A causa de ello el mercado de estas muñecas se viene refinando con los años, otorgando a sus productos un aspectos lo menos antinatural posible, además de provocativo.
Conservative World Daily
Pero eso no es suficiente, muchos hombres necesitan de algo que reemplace de forma "efectiva" a una chica. De ahí que el tema de los robots sexuales haya cobrado tanta vigencia, y que la inteligencia artificial forme parte del mismo. La gente no solo necesita sexo, también afecto, ya sea real o artificial, lo que importa es que parezca genuino.
Aquí comienza el papel de Real Dolls, una compañía que se dedica a la fabricación de muñecas sexuales con aspecto realista, la cual busca formar alianzas con empresas inmersas en el mundo robótica. El plan es implementar la inteligencia artificial en las muñecas con el fin de que puedan desarrollar actitudes eróticas, tanto con sus movimientos como con sus palabras, siendo capaces de entender y aprender de sus compañeros humanos.
Una muñeca de Real Dolls
Un producto con tal sofisticación por ahora parece impensable. Probablemente el único pronóstico al respecto venga de parte de David Levy, un experto en ajedrez y en temas de inteligencia artificial, que escribió un libro llamado Love & Sex with Robots, en donde vaticina que para el año 2050 existirán robots con la capacidad de enamorarse de los humanos y desearlos sexualmente.
Aunque estemos tratando a estos futuros robots sexuales como meras maquinas, ya hay quienes se adelantan a considerarlos como portentos de una inteligencia artificial del tipo 3 y 4, lo que traería como consecuencia una serie de debates éticos sobre si deberíamos o no considerarlos personas con deberes y derechos, siendo estos últimos aplastados por nosotros al usarlos para calmar deseos sexuales, etc
Radio Sarajevo
De existir este tipo de robots sexuales, hay beneficios evidentes, como por ejemplo la satisfacción erótica de las personas que tienen impedimentos físicos y mentales que les hacen poco o nada atractivos para el sexo opuesto. No obstante, también implicaría atropellos (cosificacion y humillación) para las "personas cibernéticas" si asumimos que son seres a los que hemos dotado con conciencia propia.
Por otro lado, no faltan los grupos feministas que ven en esto una forma más de machismo que se vale de la imagen sexualizada de la mujer. Ya sea esta queja sensata o absurda, es interesante la cara filosófica que tiene este tema, ya que nos da un enfoque serio y complejo; muy diferente al punto de vista ofrecido por el Bananero hace una década con su famosa Muñeca System.
¿Tú qué opinas?
¿Crees que algún día existan estas muñecas sofisticas o robots sexuales con IA?
¿A partir de qué punto dejaría de ser ético?
¿Sería machista en realidad?¿o es que solo le arrebataría a la mujer una de sus mayores cartas de poder sobre los hombres?
De Standaard
Comentarios
Publicar un comentario